Compraste una lavavajillas y pensaste que tu vida estaba resuelta...Hasta que un día percibes algunos malos olorcillos. Bueno, a cualquiera puede pasarle y solo hay que seguir algunos sencillos pasos para evitarlo.
1. Realiza la instalación del desague de acuerdo a las instrucciones de fábrica.
2. Con un cepillo para trastes, retira todos los restos de comida de los platos antes de meterlos a la lavatrastes. Yo lleno un recipiente con agua tibia y con ella los enjuago rapidito antes de meterlos. Con eso además de cuidar los aspersores y la bomba de la lavadora de trastes, evitas la acumulación de grasas, y te evitas la pena de estar limpiando la máquina continuamente.
3. Al retirar los platos limpios, siempre revisa que no hayan quedado restos de comida en el fondo de la máquina.
4. Periódicamente retira la coladera de la máquina, lávala bien y asegúrate de que no tenga grasa o restos de semillas u otros alimentos.
5. Un par de veces al año retira los aspersores, revisa que no estén obstruidos y lávalos.
6. Alguna vez corre un ciclo con jabón, sin platos, para que tu máquina se limpie. Si vives en un lugar donde el agua sea dura, utiliza algún líquido contra sarro, de no conseguirlo puedes poner vinagre blanco en el lugar del jabón.
Yo utilizo las pastillas todo en uno en mi lavadora de trastes y hasta ahora no he tenido problemas siguiendo estos sencillos pasos.
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