Los accidentes pasan, sobre todo si tu baño lo usan niños pequeños o personas mayores. Entras al baño y... ¡huele a orines! No es nada de qué avergonzarse, pero sí es muy molesto entrar al baño y sentir olores desagradables.
Puedes comprar tabletas para el inodoro, aromatizantes ambientales, abrir la ventana... bueno, nada va a ayudar si no se empieza por la correcta higiene.
En primer lugar, para eliminar los malos olores del baño, es muy importante que se haga una desinfección profunda. Para la primera limpieza general, puedes usar algún limpiador con base de ácido muriático (HCl). Hay limpiadores en gel que contienen pequeñas cantidades de este ácido y son muy eficaces tanto para desinfectar como para limpiar el sarro y las acumulaciones de jabón de las paredes y llaves del baño. No abuses, puesto que este producto no es muy amigable con el medio ambiente y cuida muy bien que el baño esté ventilado y utiliza guantes para protejer tus manos.
A diferencia del cloro común, los limpiadores en gel que contienen ácido muriático son sumamente eficaces para eliminar las manchas de sarro en el baño, e incluso en la taza del inodoro. Desde que yo comencé a usar este tipo de geles, me he olvidado de los malos olores en el baño y de las acumulaciones de sarro.
Pero si necesitas limpiar una zona específica y no tienes mucho tiempo, puedes diluir un poco de cloro en agua con tu limpiador multiusos favorito y vas a obtener buenos resultados en lo que se refiere a eliminar olores y desinfectar.
La desventaja de estos limpiadores es que dañan mucho las fibras y los trapeadores que no son de algodón, por lo que es conveniente utilizar una jerga para el primer enjuague del piso del baño y luego pasar el trapeador regularmente.
Si no deseas usar limpiadores o productos químicos, puedes comprar vinagre blanco de cocina, agregarle unas gotas de limón y bicarbonato de sodio. Te dejo una receta que me ha resultado maravillosa cuando se me acaba el limpiador y requiero limpiar mi baño de emergencia;
1 Taza de vinagre blanco de cocina
1 limón exprimido
1 cucharada de bicarbonato de sodio
1 taza de agua
Se revuelve todo y se limpia con ayuda de una fibra para limpieza del baño. Si las acumulaciones de sarro son importantes, entonces puedes usar el vinagre sin diluir, y para trapear el baño, puedes utilizar la misma receta de arriba pero disuelto todo en 5 litros de agua.
El bicarbonato puede dejar rastros de polvo, por lo que debes enjuagar muy bien, pero fuera de eso los resultados son asombrosos.
Para evitar el olor a orines en el baño, es importante que diariamente limpies tu baño con un limpiador. Utiliza un cepillo para inodoros cada vez que haya cualquier mancha en el inodoro, y al menos una vez al día, tulizando el limpiador que prefieras.Insisto, a mi me resultan fabulosos los que son a base de ácido muriático en gel, pues además evitan la aparición de manchas.
También trapea tu baño al menos una vez al día y no olvides limpiar con regularidad los costados de la taza del inodoro.
Recuerda que el uso de aromatizantes y tabletas para inodoros por sí mismos no van a ayudar a que tu baño luzca reluciente. Es necesario tallarlo regularmente y un poco de limpieza a diario, que te toma dos minutos a lo mucho, te van a evitar pasar vergüenzas y muchas horas de trabajo pesado realizando limpiezas profundas.
Un espacio de ayuda para solucionar las emergencias cotidianas, una ventana al baúl de los consejos de la abuela y un vistazo a los avances de la ciencia en el maravilloso arte de los quehaceres del hogar.
martes, 12 de julio de 2016
miércoles, 6 de julio de 2016
Pisos Relucientes: Adiós a las marcas de trapeador
Tal vez, como a mí, te ha pasado que después de trapear el piso, quedan las horribles marcas de trapeador, o el piso pareciera otra vez lleno de polvo.
Bueno pues para que eso no te vuelva a pasar te dejo unos tips en general para todo tipo de pisos, y más adelante, escribiré un poco sobre cada tipo de piso en particular.
1. Barrer o, de preferencia, aspirar antes de trapear
Es muy importante que el polvo que está en el piso sea retirado, y honestamente, para ello, lo más efectivo es aspirar, sin lugar a dudas. Ninguna escoba puede recoger las pequeñas partículas de polvo del piso como lo puede hacer una aspiradora. Sin polvo en el piso, el agua del trapeador no se ensuciará tan pronto y esto hará tu labor mucho más sencilla. Si no cuentas con aspiradora, entonces barre muy bien procurando no levantar mucho polvo. En habitaciones grandes, es mejor ir recogiendo poco a poco la basura que se junta, que empujar toda la basura del cuarto hacia un solo lugar.
2. Sacude antes de trapear.
Al sacudir, es posible que caiga polvo al suelo nuevamente, por lo que el sacudido se debe hacer de preferencia antes de trapear pero sólo después de barrer, ya que con el barrido (o aspirado) pueden volar partículas de polvo hacia los muebles y objetos de decoración.
3. Escoge el trapeador adecuado.
Los tradicionales trapeadores de algodón son muy efectivos a la hora de absorber agua, pero es un fastidio lavarlos, además de que dejan el piso lleno de pelusa. De acuerdo al tipo de superficie, existen en el mercado diferentes tipos de trapeadores, aunque en general, los de microfibras y los de tela ultra-absorbente, son sumamente efectivos, son fáciles de lavar, y no dejan pelusas en el suelo. Como en muchos casos, no siempre los trapeadores más baratos son la mejor opción, pero tampoco es necesario que compres el trapeador más caro, pues si no se usa adecuadamente, el efecto va a ser el mismo.
3. Asegúrate de que tu trapeador está limpio.
Aún y cuando hayas lavado tu trapeador la última vez que lo hayas usado, te recomiendo que lo laves con un poco de detergente (líquido de preferencia) y te asegures que el agua sale clara.
4. Escoge el limpiador adecuado
Nuevamente, es el tipo de piso el que va a dictar qué tipo de limpiador debes utilizar. Recuerda que no siempre lo más caro es lo mejor, pero muchas veces, lo barato sale caro. Escoge un limpiador multiusos si tienes varios tipos de pisos en tu casa. Para mármol, granito y otras piedras naturales, busca un limpiador suave, especial para esos materiales, y para parquet, laminados y duela, busca siempre un limpiador especial y nunca, nunca trapees con pura agua, ya que además de que el agua no remueve tan bien las impurezas, los pisos de madera y laminados la absorben con mucha facilidad si no ha sido diluído en ella un limpiador especial. Otra desventaja de no usar un limpiador es que una vez que se seca el piso, queda un olor parecido al huevo (como los trastes cuando no han sido bien lavados), lo cual es muy desagradable.
5. Diluye el limpiador en agua tibia
El agua tibia va a ayudar a que las manchas se suavicen y a que sea más fácil limpiarlas.
6. Enjuaga regularmente el trapeador
Después de trapear una parte de la habitación, enjuaga el trapeador en el agua con limpiador, pero, y aquí viene el consejo de oro de esta entrada, si tu piso está muy sucio o si el área que vas a trapear es muy grande, enjuaga regularmente el trapeador con agua del grifo antes de volverlo a meter en la tina en la que has disuelto el limpiador. Esto va a ayudar a que el polvo recogido no ensucie tu mezcla para limpiar el piso y a que éste quede mucho más limpio. Es un poco engorroso, pero además vas a ahorrar mucho limpiador pues no tendrás que cambiar constantemente el agua de la tina o trapear toda la casa con agua "negra".
7. ¡NO PISEN, ACABO DE TRAPEAR!
Es importante que dejes que el piso se seque muy bien antes de que alguien se atreva a pasar por la habitación recién trapeada, de otro modo, no importa qué tan limpios estén sus pies, VAN A QUEDAR MARCAS.
8. Pasa una jerga o toalla seca al final,
De preferencia, que sea de microfibra pues el algodón va a volver a dejar pelusas.
Esto va a ayudar a remover cualquier posible marca de trapeador y el polvo que haya quedado a su paso. Además, los limpiadores de parquet, duela y laminado, tienen ceras, por lo que al pasar nuevamente la habitación con la jerga, vas a obtener un brillo espectacular.
Ante el dilema de usar o no usar cloro, te voy a decir que yo lo evito porque me he echado a perder bastante ropa. En mi casa, practicamos en la medida de lo posible, el quitarnos los zapatos con los que venimos de la calle y usamos pantuflas o chanclas con las que no salimos ni al patio ni a la calle. Con esto previenes el acceso de suciedad a la casa. Pero si tienes mascotas que viven dentro de tu casa, quizá vale la pena que utilices un poquito de cloro cuando trapees para evitar que proliferen las bacterias que puedan traer consigo desde la calle.
Bueno pues para que eso no te vuelva a pasar te dejo unos tips en general para todo tipo de pisos, y más adelante, escribiré un poco sobre cada tipo de piso en particular.
1. Barrer o, de preferencia, aspirar antes de trapear
Es muy importante que el polvo que está en el piso sea retirado, y honestamente, para ello, lo más efectivo es aspirar, sin lugar a dudas. Ninguna escoba puede recoger las pequeñas partículas de polvo del piso como lo puede hacer una aspiradora. Sin polvo en el piso, el agua del trapeador no se ensuciará tan pronto y esto hará tu labor mucho más sencilla. Si no cuentas con aspiradora, entonces barre muy bien procurando no levantar mucho polvo. En habitaciones grandes, es mejor ir recogiendo poco a poco la basura que se junta, que empujar toda la basura del cuarto hacia un solo lugar.
2. Sacude antes de trapear.
Al sacudir, es posible que caiga polvo al suelo nuevamente, por lo que el sacudido se debe hacer de preferencia antes de trapear pero sólo después de barrer, ya que con el barrido (o aspirado) pueden volar partículas de polvo hacia los muebles y objetos de decoración.
3. Escoge el trapeador adecuado.
Los tradicionales trapeadores de algodón son muy efectivos a la hora de absorber agua, pero es un fastidio lavarlos, además de que dejan el piso lleno de pelusa. De acuerdo al tipo de superficie, existen en el mercado diferentes tipos de trapeadores, aunque en general, los de microfibras y los de tela ultra-absorbente, son sumamente efectivos, son fáciles de lavar, y no dejan pelusas en el suelo. Como en muchos casos, no siempre los trapeadores más baratos son la mejor opción, pero tampoco es necesario que compres el trapeador más caro, pues si no se usa adecuadamente, el efecto va a ser el mismo.
3. Asegúrate de que tu trapeador está limpio.
Aún y cuando hayas lavado tu trapeador la última vez que lo hayas usado, te recomiendo que lo laves con un poco de detergente (líquido de preferencia) y te asegures que el agua sale clara.
4. Escoge el limpiador adecuado
Nuevamente, es el tipo de piso el que va a dictar qué tipo de limpiador debes utilizar. Recuerda que no siempre lo más caro es lo mejor, pero muchas veces, lo barato sale caro. Escoge un limpiador multiusos si tienes varios tipos de pisos en tu casa. Para mármol, granito y otras piedras naturales, busca un limpiador suave, especial para esos materiales, y para parquet, laminados y duela, busca siempre un limpiador especial y nunca, nunca trapees con pura agua, ya que además de que el agua no remueve tan bien las impurezas, los pisos de madera y laminados la absorben con mucha facilidad si no ha sido diluído en ella un limpiador especial. Otra desventaja de no usar un limpiador es que una vez que se seca el piso, queda un olor parecido al huevo (como los trastes cuando no han sido bien lavados), lo cual es muy desagradable.
5. Diluye el limpiador en agua tibia
El agua tibia va a ayudar a que las manchas se suavicen y a que sea más fácil limpiarlas.
6. Enjuaga regularmente el trapeador
Después de trapear una parte de la habitación, enjuaga el trapeador en el agua con limpiador, pero, y aquí viene el consejo de oro de esta entrada, si tu piso está muy sucio o si el área que vas a trapear es muy grande, enjuaga regularmente el trapeador con agua del grifo antes de volverlo a meter en la tina en la que has disuelto el limpiador. Esto va a ayudar a que el polvo recogido no ensucie tu mezcla para limpiar el piso y a que éste quede mucho más limpio. Es un poco engorroso, pero además vas a ahorrar mucho limpiador pues no tendrás que cambiar constantemente el agua de la tina o trapear toda la casa con agua "negra".
7. ¡NO PISEN, ACABO DE TRAPEAR!
Es importante que dejes que el piso se seque muy bien antes de que alguien se atreva a pasar por la habitación recién trapeada, de otro modo, no importa qué tan limpios estén sus pies, VAN A QUEDAR MARCAS.
8. Pasa una jerga o toalla seca al final,
De preferencia, que sea de microfibra pues el algodón va a volver a dejar pelusas.
Esto va a ayudar a remover cualquier posible marca de trapeador y el polvo que haya quedado a su paso. Además, los limpiadores de parquet, duela y laminado, tienen ceras, por lo que al pasar nuevamente la habitación con la jerga, vas a obtener un brillo espectacular.
Ante el dilema de usar o no usar cloro, te voy a decir que yo lo evito porque me he echado a perder bastante ropa. En mi casa, practicamos en la medida de lo posible, el quitarnos los zapatos con los que venimos de la calle y usamos pantuflas o chanclas con las que no salimos ni al patio ni a la calle. Con esto previenes el acceso de suciedad a la casa. Pero si tienes mascotas que viven dentro de tu casa, quizá vale la pena que utilices un poquito de cloro cuando trapees para evitar que proliferen las bacterias que puedan traer consigo desde la calle.
sábado, 2 de julio de 2016
¡Plancha sucia!
Aunque ya existen muchas planchas a las que no se les pega la pelusa de la ropa, ocasionando las nefastas manchas negras que además impiden planchar bien la ropa y dejan manchas por todos lados, alguna vez suceden los accidentes y lo peor puede pasar.
¿Por qué se forman las manchas negras en las planchas? Pues porque la pelusa de la ropa de fibras sintéticas se pega a la superficie de la plancha y se derrite en ella.
Si no has podido limpiar con nada tu plancha sucia, lo primero que debes tener en mente es NO RECURRIR a fibras y abrasivos, que además pueden penetrar en los orificios para vapor y dejar manchas cuando planches tu prenda más fina.
Entonces, ¿qué hacer para limpiar tu plancha sucia?
Pues recurrir a una de mis recetas favoritas para limpiar ¡TODO!
Se necesita:
1 limón
4 cucharadas de bicarbonato de sodio
Parte el limón por la mitad y ponle bicarbonato de sodio. Con él, frota la superficie de tu plancha. Repite varias veces, y procura dejar una pasta sobre la zona manchada. Vas a dejar la plancha reposando un par de horas si es necesario y vas a ver que se desprende todo con mucha facilidad.
A continuación, limpia con un paño suave o una fibra no abrasiva y enjuaga muy bien tu plancha. De preferencia, llénala de agua y colócala en posición de planchado con la función de más vapor para que se limpie muy bien de adentro, y por último plancha alguna prenda vieja para asegurarte de que no habrá sorpresas al utilizarla de nuevo.
Es bien importante que después de cada planchado verifiques que tu plancha no tenga residuos. Para evitar que éstos se formen, es importante cuidar la temperatura de planchado, generalmente cada prenda indica a qué nivel de temperatura se puede planchar y las planchas indican cuál es la temperatura adecuada para cada tipo de material. Si aprendes a identificar los materiales te va a ser mucho más sencillo cuidar tanto de tus prendas como de tu aparato de planchar.
Otro tip muy bueno para evitar que se peguen las pelusas a la plancha es planchar con un pañuelo o sábana vieja húmeda (OJO, deben ser de algodón). Ésto te va a permitir utilizar la plancha a una temperatura más alta sin que se te queme la ropa. El algodón es sumamente resistente al calor y como es una fibra natural, no se derrite y, por lo tanto, no permite que se formen manchas negras en tu plancha.
¿Por qué se forman las manchas negras en las planchas? Pues porque la pelusa de la ropa de fibras sintéticas se pega a la superficie de la plancha y se derrite en ella.
Si no has podido limpiar con nada tu plancha sucia, lo primero que debes tener en mente es NO RECURRIR a fibras y abrasivos, que además pueden penetrar en los orificios para vapor y dejar manchas cuando planches tu prenda más fina.
Entonces, ¿qué hacer para limpiar tu plancha sucia?
Pues recurrir a una de mis recetas favoritas para limpiar ¡TODO!
Se necesita:
1 limón
4 cucharadas de bicarbonato de sodio
Parte el limón por la mitad y ponle bicarbonato de sodio. Con él, frota la superficie de tu plancha. Repite varias veces, y procura dejar una pasta sobre la zona manchada. Vas a dejar la plancha reposando un par de horas si es necesario y vas a ver que se desprende todo con mucha facilidad.
A continuación, limpia con un paño suave o una fibra no abrasiva y enjuaga muy bien tu plancha. De preferencia, llénala de agua y colócala en posición de planchado con la función de más vapor para que se limpie muy bien de adentro, y por último plancha alguna prenda vieja para asegurarte de que no habrá sorpresas al utilizarla de nuevo.
Es bien importante que después de cada planchado verifiques que tu plancha no tenga residuos. Para evitar que éstos se formen, es importante cuidar la temperatura de planchado, generalmente cada prenda indica a qué nivel de temperatura se puede planchar y las planchas indican cuál es la temperatura adecuada para cada tipo de material. Si aprendes a identificar los materiales te va a ser mucho más sencillo cuidar tanto de tus prendas como de tu aparato de planchar.
Otro tip muy bueno para evitar que se peguen las pelusas a la plancha es planchar con un pañuelo o sábana vieja húmeda (OJO, deben ser de algodón). Ésto te va a permitir utilizar la plancha a una temperatura más alta sin que se te queme la ropa. El algodón es sumamente resistente al calor y como es una fibra natural, no se derrite y, por lo tanto, no permite que se formen manchas negras en tu plancha.
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