Escena
típica: te apresuras a cocinar algo, y salpicas de aceite esa
hermosísima blusa nueva de algodón. Y tras ponerle sal, dejarla en remojo con
agua tibia y lavarla dos o tres veces te encuentras con que solamente se ha
deslavado el color y ¡la mancha de grasa
sigue ahí!
Algunos
métodos que yo he probado para solucionar estos problemitas son:
Aplicar
jabón líquido para lavar trastes en la mancha
de grasa y lavarla de manera normal. Esto funciona casi siempre pero no me
he atrevido a aplicar el método en ropa de algodón de colores oscuros.
Aplicar
jabón líquido para manos y dejar que actúe un par de horas antes de meter la
prenda a lavar. Funciona bien en ropa de color y en ropa delicada.
Y bueno, me
han dado un truco más que me ha funcionado muy bien. Humedecer la mancha de grasa y tallarla con jabón
neutro o jabón de barra para lavar ropa y dejar que se seque. Posteriormente
lavar la prenda normalmente.
Estos
trucos se pueden aplicar también a manchas de comida, frutas, etc. En lo
personal las manchas de fruta prefiero
lavarlas primero con agua fría, al igual que las manchas de sangre.
Las manchas de fruta a veces no se quitan
en la primera lavada, pero al tender la ropa al sol directo casi siempre
desaparecen sin necesidad de recurrir al cloro. Otros blanqueadores y
quitamanchas son de mucha ayuda, pero también requieren casi siempre que la
ropa sea tendida al sol para que desaparezca la mancha de fruta.
Las manchas de sangre siempre deben ser
lavadas con agua fría y luego con jabón neutro. Después se puede lavar la ropa
normalmente y casi nunca es necesario aplicar algún otro tipo de blanqueador
para eliminar la mancha de sangre si
se siguen estos pasos.
Nunca se
debe aplicar detergente o cloro directo a una mancha de sangre o a una mancha
de fruta, pues muchas veces los químicos que contienen solamente fijan la
mancha y nos dejan una horrorosa mancha verde o café en la ropa, y esa sí, es
sumamente difícil de quitar.
También es importante no tallar demasiado la zona manchada, puesto que eso desgasta la tela y al final, si logras sacar la mancha, tendrás una marca desgastada en tu ropa. Las manchas de grasa no son tan difíciles de quitar si se tratan adecuadamente, y tampoco tienes que gastar mucho dinero en ello.