lunes, 29 de agosto de 2011

Chicle pegado en la ropa!!



Tu vestido favorito, tu pantalón finísimo o la falda de tu uniforme presentan un espantoso chicle pegado.  Te viene un asco de tener que quitar el chicle masticado por sólo Dios sabe quién e inmediatamente después ves que es sencillamente imposible quitar todos los restos.

Te paso tips, y “anti-tips”  que te van a servir mucho en esta vida:

1.      Remojar el área con Gasolina Blanca.- La encuentras en la ferretería de la esquina, es un método seguro porque la gasolina no daña los tejidos de la ropa. Al final lavas y listo.

2.       Hielo.- Si estás en la calle, y justo en media hora tienes una entrevista, obviamente queda descartado el método de la gasolina blanca. Busca unos cuantos cubos de hielo y una bolsa de plástico. Mete los hielos a la bolsa y de preferencia por el revés de la mancha haz contacto con el área afectada. En unos minutitos podrás desprender fácilmente el chicle aunque es posible que necesites la ayuda de algún objeto filoso para desprenderlo.. Si quedan algunos restos, ráspalos con algún cepillito, con la uña o con lo que tengas a la mano, cuidando que el área se mantenga lo más fría posible y obviamente de no dañar tu prenda. 

3.       Congelador! También puedes aplicar el método anterior metiendo la prenda al congelador, esto considerando claro que estés en casa y que no tengas a la mano gasolina blanca.

4.       Plancha: Pon un pedazo de papel sobre el burro de planchar, y placha tu prenda por el revés del área donde está la mancha. El chicle se transferirá al papel, pero ten cuidado, porque si el chicle es de color podrías enfrentarte después a un problema para quitar el color.

5.       Vapor de agua caliente. Funciona igual que el método de la plancha y tiene los mismos inconvenientes, además de que pueden quedar restos que tendrías que raspar.

No intentes raspar la ropa con cuchillos u objetos filosos, o tallar con cepillos, especialmente si se trata de ropa de color. Esto va a ocasionar que tu prenda se dañe. 

En lo personal te recomiendo que no uses ningún método de aplicar calor, puesto que el chicle se impregnará más en la ropa o los colores del chicle se pueden impregnar en ella. En casa, siempre los hemos quitado con éxito con gasolina blanca, sin ningún problema. La gasolina blanca te sirve además para tratar otro tipo de manchas en ropa delicada.

Finalmente, por favor, si alguna vez has sufrido un ataque de goma de mascar adherida a tu ropa, ten cuidado la próxima vez que deseches una. Existen los botes de basura, las servilletas y los pedacitos de papel en los que puedes discretamente envolver tu chicle antes de desecharlo para evitarle a alguien este calvario :)

sábado, 27 de agosto de 2011

Ropa Blanca… Manchas verdes y azules!!!!!???


Si como a mi te ha pasado que la ropa blanca resulta manchada de verde o azul después de lavarla, aquí te paso algunos tips para que no te vuelva a suceder y para solucionar el problema en caso de que estés en apuros.
1.       Para evitar manchas azules o verdes en la ropa blanca, el detergente debe disolverse  bien antes de sumergir en él la ropa. Utiliza de preferencia la temperatura mínima indicada en el producto.
2.       No dejes la ropa en remojo sin mover por mucho tiempo. A veces es necesario dejar la ropa blanca en remojo toda la noche para que se despercuda y quede más blanca, en ese caso, asegúrate de disolver bien el detergente, haz esta operación preferentemente en la lavadora y deja agite un poco antes de apagarla.
3.       Para quitar manchas azules o verdes:
a.       Inicia un nuevo ciclo de lavado, SIN DETERGENTE.
b.      Tiende la ropa a sol directo y en un rato habrá desaparecido
c.       Si esto no funcionó, lava de nuevo utilizando Vanish, Oxyclean o algún producto parecido y nuevamente exponla al sol directo.

Cuéntanos tus experiencias!!



Se me traspintó la ropa!!!



A todos nos ha pasado o todos hemos temido que nos suceda, especialmente la primera vez que nos enfrentamos a la tarea de lavar la ropa. Hay quien prefiere evitarse la pena y esperar a que una experta venga a la ayuda, pero si como a mí te ha sucedido, te dejo algunos tips que me han resultado maravillosos.

Para que no se te traspinte la ropa:

1.       Separa todo por colores: blanco, colores claros, rojos y colores obscuros. Los jeans y ropa de mezclilla, lávalos por separado de ser posible. Yo prefiero lavar todo, excepto la ropa blanca al revés, a menos que tenga manchas.

2.       La ropa nueva lávala por primera vez por separado (acabo de echar a perder varias prendas con una blusa amarilla que dejó toda la carga con un delicado tono mango). 

3.       Nunca dejes en remojo la ropa de colores y si tiene manchas difíciles, asegúrate de moverla con bastante frecuencia.

4.       Estate al pendiente de la lavadora, saca la ropa de inmediato, y si no tienes tiempo de tenderla de inmediato, por lo menos extiéndela de manera que no se roce una prenda con otra.

5.       Lava la ropa de color con la menor temperatura posible.

Cuando el daño ya está hecho:

1.       Regla de oro: nunca, nunca dejes secar la ropa que se te ha traspintado. Si no tienes tiempo de tratar el traspintado de inmediato, deja la ropa en agua (eso sí , con los colores separados y si es estampada, lo más extendida posible para que no se toquen unos colores con otros).

2.       Ropa blanca: Si se trata de prendas de algodón, lánzalas a un nuevo ciclo de lavado utilizando cloro. Si son prendas con likra, nylon o poliéster, utiliza mejor la siguiente técnica, ya que el cloro las quema y/o las pone amarillas.

3.       Ropa de colores claros traspintada de rojo, negro u otro tono: Disuelve una pequeña cantidad de cloro en agua y sumerge las prendas traspintadas, hasta que desaparezca la mancha o se recupere el color. Si esto no sucede rápido, puedes agregar un poco más de cloro, pero tienes que estar al pendiente porque se puede perder el tono original. Es importante no dejar de mover las prendas y protegerse bien las manos con unos guantes.

4.       Ropa de cualquier tono traspintada en forma de manchas: Si el traspinte fue en una zona específica, vuélvela a lavar, con poca temperatura o agua fría y mucho detergente, por el derecho si la tela no es delicada. Si no funciona, deja secar la prenda y rocíala con spray para el cabello.  Una vez seco el spray, vuelve a lavar la prenda y la mancha seguro habrá desaparecido. Este es el único caso en que se deja secar la prenda, ya ven, toda regla tiene su excepción, y déjenme decirles que así rescaté mi blusa roja favorita, que se traspintó con una playera negra....

Lo que no me ha funcionado:

1.       Remojar en agua con vinagre: el vinagre normalmente fija los colores

2.       Usar Vanish, Oxyclean y similares.


Esta es, mi experiencia personal, pero por favor utilicen este foro para hacerme llegar sus tips, comentarios y sugerencias

Todo huele a huevo!!! Consejos prácticos para lavar trastes



Ah! Cómo me acuerdo cuando mi papá y mi mamá me decían cómo lavar los trastes! Aquí les paso toda la sabiduría hogareña que me transmitieron.

1.       Tira la esponja vieja. Las fibras para trastes y esponjas acumulan bacterias, grasa y cualquier cantidad de materia que con el tiempo se vuelve pestilente.

2.       ¿Cuál es la mejor fibra para platos? La que se acomode mejor a tu presupuesto, los tips que yo te doy son:
a.       Usa una esponja para trastes con salvauñas (de las que tienen esponja suave arriba y fibra abajo). Las de puro plástico ni tallan ni duran.
b.      Escoge una fibra para platos cero rayas, de cualquier color menos de las negras o de las verdes porque rayan mucho los trastes,  especialmente los de plástico y los sartenes de teflón.
c.       Para lavar sartenes y quitar la cochambre, no hay nada mejor que las fibras de espiral de acero inoxidable. Las fibras negras realmente no tienen mucha utilidad, los sartenes de teflón los rayan y a los otros no les hacen ni cosquillas. En mi siguiente entrada te platicaré más sobre el cuidado de los sartenes de teflón.

3.       Y hablando de jabones para trastes….
a.       Olvida el detergente multiusos en polvo…
b.      Los detergentes líquidos para trastes son económicos, fáciles de almacenar y maltratan muy poco las manos.
c.       Siempre ten a la mano un jabón de pasta un poco abrasiva o polvo para sartenes de bote del que usaban las mamás de antes.
d.      Como donde yo vivo no hay nada de eso, lavo con shampoo para trastes, fibra de acero y agua caliente. Debo decir que mis sartenes están bastante limpios, pero me cuesta mi trabajito.

4.       Quitar la cochambre de los sartenes
a.       Pon agua caliente en el sartén y déjalo reposar un rato.
b.      Rocía el sartén (aun caliente) con algún desengrasante para cocinas o con algún limpiador de hornos.
c.       Algunos arrancagrasas dejan manchas en los sartenes de acero inoxidable, en cuyo caso, puedes tallarlos después en seco con bicarbonato de sodio,  con alguna pasta reparadora de acero inoxidable o con piedra pómez.
d.      Ahora sí a tallarle con la fibra de espiral de acero inoxidable, manteniendo el sartén caliente y poniendo un poco de jabón de cuando en cuando. También funcionan las fibras de lana fina de acero y la piedra pómez , que no por vieja ha perdido efectividad, además de ser muy económica.

5.       Ya que tus sartenes estén bien limpios y para evitar la cochambre, cada que cocines, lava muy bien tus sartenes aplicando directamente el polvo para sartenes o shampoo para trastes y enjuaga muy bien con agua caliente. SIEMPRE TALLA TUS SARTENES MUY BIEN POR AFUERA PARA EVITAR LA FORMACIÓN DE COCHAMBRE.

6.       Todo huele a choquilla!!!!! Si tus vasos huelen a huevo
a.       Lava bien la fibra antes de empezar a lavar trastes
b.      Empieza a lavar los trastes con jabón nuevo
c.       Lava siempre los vasos primero

7.       Para quitar el olor a pescado o si quieres aún mejores resultados puedes añadir unas gotitas de limón o unas gotitas de cloro al jabón. Te sugiero que siempre tires bien todos los desperdicios en la basura, enjuagues todo con agua caliente antes de lavar y ahora sí con el jabón bien limpio a lavar trastes se ha dicho.

Te aseguro que con estos sencillos trucos tus trastes van a relucir de limpios y van a oler… a nada!

lunes, 25 de julio de 2011

Cuando toda la comida sabe a refrigerador…

Llegas sedienta a casa, echando lumbre por la boca en uno de esos días de verano  en el que ni la brisa es fresca, vaya ni brisa hay. Abres el refri, te sirves un vaso de agua y, a parte de que el vaso huele a huevo, el agua tiene un saborcillo, y no precisamente a limonada. Hay veinte platitos con pequeñas porciones de las  comidas de la semana, porque claro, la comida no se tira, y como estás muerta de hambre, pues calientas uno de esos platillos en el micro y cortas un delicioso tomate. Ni siquiera le pones sal, porque ya viene recién sazonado con olor a refrigerador.

Y luego se preguntan las mujeres por qué el marido no quiere recalentado. No es lo recalentado, sino lo refrigerado lo que no les gusta, porque a no ser por ese característico aroma de millones de refrigeradores en el mundo ni cuenta se darían de que la comida no es recién hecha.

Yo creo que todas hemos tenido esas malas experiencias así que aquí va la terapia para que el refrigerador cumpla con la función de mantener frescos los alimentos:

1. Vacíalo todo.

El refrigerador necesita limpieza, así que hay que empezar por ahí. A mí me gusta hacer esto antes de surtir la despensa, así me doy mejor idea de qué me hace falta.

  • La limpieza debe ser profunda. Quita las partes desmontables y lávalas muy bien con detergente para trastes, de preferencia disuelto en agua con unas gotas de limón.
  • No olvides las paredes del refri y checa en el manual o pregunta al técnico si hay depósitos de agua que se deban de vaciar de manera periódica. A mí me gusta limpiar con Windex, y miren que no es anuncio. Hay muchos limpiavidrios efectivos, pero con el Windex no le fallas. Quita manchitas, malos olores etc. Ahora que si ya de plano tiene costras, pues un limpiador más fuertecito como los de Mr. Músculo puede ser de gran ayuda.

2. Tapas, tapas y tapas.

  • La Regla de oro para la conservación de los alimentos en refrigeración, es mantenerlos tapados.  Las frutas y verduras pueden ir en el cajoncito de abajo sin bolsa de plástico, pero una vez cortadas, a su cajita con tapa o a su bolsita bien cerrada.
  • Ten siempre a la mano película autoadherible, sale más barata que el papel aluminio y es mucho más estética. En las tiendas de materias primas encuentras rollos a precios mucho más económicos que en el súper y así si no tienes vasijas suficientes, no hay excusa, envuelves bien el plato y te olvidas de que si se volteó, que si le calló agua o que si  se le paró una mosca. Esta es una gran solución para las madres que odian que los hijos y maridos coman de la olla. Les dejas su plato servido en el refri y listo!


3. Ahora sí:¿ Cómo evitar el mal olor?

Después de todo lo anterior, viene la prevención futura de malos olores. Hay diversos métodos, pero yo le tengo más ley a dos de ellos:

  • Bicarbonato de Sodio. Sí, otra vez yo y mi polvito mágico. Pon  en un rinconcito del refri un puñado de bicarbonato de sodio en una bolsita o cucurucho de tela  o un bote tapado con tela. Cuando notemos indicios de olor a refrigerador, a cambiar inmediatamente el bicarbonato.

  • Carbón. Increíble pero cierto.Un trozo de carbón para asar dentro del refrigerador nos hará olvidar de por vida el problemita del olor a refrigerador. Y me refiero al mismo trozo para toda la vida, porque si deja de hacer efecto, lo sacamos unas horas al sol y se vuelve a activar. En lo personal, para mi madre y para mi abuela, este es el mejor de todos los métodos.


Hay muchos otros, que honestamente no he probado por ser más complicados y ofrecer menos beneficios. El del bicarbonato lo probé en mi nueva casa, porque fue lo único que tenía a la mano recién llegada a mi nuevo país donde nadie me entendía ni en inglés ni en español, y aunque me resultó, ya lo cambié por el carboncito.

Así que ya saben, no hay milagro sin sacrificio. Si padecen peste de refri aguda , a limpiarlo a fondo y a prevenir la pestilencia futura con un puñito de bicarbonato o un pedacito de carbón.  Y bueno, para quitarle a los vasos el olor a huevo, escribiré otra entrada con la técnica de mi padre para lavar platos (sí, leyeron bien, de mi padre).

miércoles, 29 de junio de 2011

De cómo mi abuela me arregló la vida tres veces con una cucharada de bicarbonato!

Nunca imaginé que ese polvo blanco que mi mamá le ponía a los pasteles y galletas me iba a salvar en más de una ocasión, ¡y de qué forma!

¡Lodo en la alfombra!


Día de lluvia y alguien olvidó quitarse los zapatos al entrar… El resultado: manchas en la alfombra. El maravilloso teflón  en spray resultó insuficiente, el spray quita manchas la dejó peor y me dio miedo terrible usar los poderosos quitamanchas para ropa por temor a arruinar los colores.  Me acordé del maravilloso tapete persa que mi abuela tiene en su sala y me empecé a preguntar ¿cómo le habrá hecho a lo largo de todos estos años para conservar la alfombra  limpia, con sus colores brillantes y además esponjadito como nuevo?  ¿Será que ya no los hacen como antes?
Así que me armé de valor para preguntar cómo había logrado mi abuela esa maravillosa hazaña y la respuesta fue muy sencilla:
-          Deja que se seque el lodo y cepíllalo suavemente. Si la mancha es de comida, mejor no dejarla secar.
-          Disuelve una  cucharada bicarbonato en un litro de agua,
-          Humedece un paño con la solución.
-          Talla la mancha.
Para conservar las alfombras y tapetes limpios y brillantes, moja el trapeador bien limpio en esta misma mezcla, exprímelo bien y a trapear la alfombra se ha dicho. Con esto te evitarás la lastimosa tarea de lavarlos tan seguido.

Ma, ¡me duele la garganta!

Estaba yo a punto de viajar de regreso a casa, muy desvelada y con dolor de garganta después de haberme desgañitado cantando en la fiesta de la noche anterior. Obvio ya no había tiempo de llegar a la farmacia, pues el tráfico al aeropuerto se vislumbraba imposible, y de dejarlo así, a mi llegada a casa estaría con la garganta totalmente cerrada. Mi abuela, amablemente me invitó a pasar a su baño donde siempre tiene un vaso limpio y un botecito con un polvo blanco que al parecer le es muy útil. Sí, de nuevo el maravilloso bicarbonato de sodio.  Así que me los puso enfrente y a hacer gárgaras m’hija con un una cucharada de bicarbonato disuelta en un vaso de agua. ¡El dolor de garganta desapareció de inmediato! De ahí en delante adiós a los dolores de garganta. Al primer síntoma de dolor de garganta,  gárgaras con bicarbonato y se acabó el problema.

¡Se acabó la pasta!


Pero a todo esto, me pregunté qué hace un bote de bicarbonato de sodio en el baño. Así que mi abuela me explico que lo usa también para lavar la placa dental, y me comentó que es un buen sustituto de emergencia para la pasta de dientes, tip que ya he puesto en práctica en más de una emergencia. Solo que no hay que usarlo muy seguido como tal, pues puede dañar el esmalte. Por ahí leí que si se tiene inflamación en las encías se las cepilla uno con bicarbonato y ayudan a detener la inflamación.

Un experimento de mi cosecha


Me encontré con un serio problema durante el invierno. Mal olor en los pies de mi esposo. Espero que nunca lea él este blog porque se le pondrían los pelos de punta, pero aprovecharé el experimento para ayudar al prójimo.  Primero pensé que no se cambiaba los calcetines, como todos son iguales, es realmente muy difícil saber, a menos que se asome una al bote de la ropa sucia. Pero ahí estaban los calcetines correspondientes a cada día. A revisar zapatos pues…. Hasta que encontré a los causantes de mi desgracia. Un par de zapatos de trabajo de cuero sumamente sucios. Nada más de verlos de afuera me imaginé el resto. Los eché a lavar con detergente (a sabiendas de que la piel se pondría dura) y una vez enjuagados pensé en que a la vuelta de unos días la cosa se repetiría y sabiendo pues de lo maravilloso del bicarbonato de sodio,  los enjuague otra vez con dos cucharadas de bicarbonato de sodio disueltas en un litro de agua y los puse a secar al sol directo. Al final les quedó el polvillo blanco, pero ese es el menor de mis problemas. Del mal olor de los zapatos, solo me acordé al escribir estas líneas.

Me pregunto cuántos más usos insospechados tiene este polvito mágico. Por lo pronto, para lavar alfombras, dientes o zapatos, el bicarbonato de sodio es un verdadero regalo de la química para las mujeres que día a día nos enfrentamos a los quehaceres domésticos.